La alopecia ya era un grave problema para los emperadores en la antigua Roma. El emperador Julio César llegó a pedir permiso al Senado para que le dejaran llevar una corona de laureles que pudiera disimular esta falta de pelo y le fue aceptado.

Los hombres de la antigua Roma, especialmente los de cierta clase social y política, recurrían a distintas artimañas para disimular las repudiadas ‘entradas’, confiaban en remedios y composiciones de peluquería, los que tenían el pelo largo se lo peinaban hacia delante en forma de flequillo, otros usaban pelucas confeccionadas con pelos de esclavas y prisioneras, con el objetivo en común de conseguir disimular o tapar las zonas de calvicie. Hay que tener en cuenta que «el cabello simbolizaba poder, juventud, vigor, masculinidad, fertilidad y belleza, por lo que ser calvo era terrible». Y esto no parece haber cambiado demasiado con el paso del tiempo.

Actualmente la calvicie se puede detectar en fases iniciales. Bajo tratamiento médico se  llega a ralentizar o incluso frenar la caída del cabello. En el supuesto de casos más avanzados existe la solución del trasplante capilar, consiguiendo resultados naturales y duraderos. Sin duda, si estas técnicas hubieran existido en la antigua Roma éstos emperadores con problema de alopecia se hubieran sometido al trasplante capilar, así que si compartes estos problemas, ponte al día, infórmate y deja que un profesional con experiencia detecte tu grado de calvicie y te recomiende el tratamiento que mejor se adapte a tu caso. Mas info pinche aquí.

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