La alopecia es el término médico que indica la pérdida de densidad capilar. Es uno de los problemas médicos más habituales, pues afecta a más de la mitad de los hombres a partir de los 50 años y a un 30% de las mujeres. La alopecia se presenta de maneras muy diferentes: como calvas difusas, calvas localizadas, entradas, afinamiento del pelo… Y también varía en función del género, la edad y otros factores. Entonces, ¿cuántos tipos de alopecia hay?

De manera general, podemos hablar de cuatro tipos:

  • Alopecia androgénica: también conocida como calvicie común. Es más frecuente en hombres que en mujeres. Su denominación proviene de las hormonas responsables de la caída del cabello: los andrógenos. De ahí, que una parte importante de los tratamientos se centre en inhibir la acción de estas. No obstante, hasta el momento ningún tratamiento ha demostrado ser tan efectivo en estadios avanzados como el trasplante capilar.
  • Alopecia estacional: hay determinadas épocas del año en las que la caída del pelo es más pronunciada, como por ejemplo en otoño. Estas caída de cabello puede durar entre 4 y 6 semanas, por lo que se trata de algo pasajero.
  • Alopecia por estrés: los factores psicológicos y emocionales afectan a nuestro organismo de múltiples formas. Una de las manifestaciones más habituales es la caída intensa de cabello. Este tipo de caída de cabello también origina estrés por lo que se forma un círculo vicioso que puede afectar psicológicamente al paciente.
  • Alopecia areata: se trata de la pérdida de pelo en parches circulares. Se produce en cuero cabelludo y a veces en barba. Las calvitas redondeadas pueden aumentar de tamaño y en algunos pacientes la pérdida de pelo puede ser total . Su origen se debe a varios factores y también el estrés puede estar implicado. Alrededor de la mitad de las personas que la sufren recuperan la densidad de cabello en pocos meses.

En hombres

La alopecia masculina se clasifica según la escala Hamilton-Norwood, que recoge los siguientes tipos en función del estadio en el que se encuentre cada paciente:

  • Tipo I. El paciente sufre un retroceso del pelo prácticamente inapreciable o escaso en la parte frontal de la cabeza.
  • Tipo II. Este hace referencia a las conocidas “entradas”. Se trata de una caída del cabello en la zona temporal de la cabeza, por encima de las sienes.
  • Tipo III. Pérdida de pelo en la zona de la coronilla. Este es el nivel mínimo por el que se entiende que existe una calvicie o un inicio de esta.
  • Tipo IV. Cuando la calvicie en la zona de la coronilla se extiende y la pérdida de pelo de la zona central se acrecenta. Es decir, ambas calvas se separan por una banda de pelo.
  • Tipo V. La pérdida de cabello se produce en las mismas áreas que en la tipología anterior, pero la banda que las separa es muy estrecha. Es decir, el paciente conserva algo de pelo en forma de herradura.
  • Tipo VI. Cuando las zonas sin pelo de la parte anterior y posterior de la cabeza se unen.
  • Tipo VII. Cuando la porción de pelo original es muy estrecha y se limite a la parte superior de las orejas y la nuca.

En mujeres

La alopecia en mujeres se desarrolla por norma general en la parte más frontal y superior de la cabeza, pero de manera más difusa que en los hombres. En este caso, se establecen tres tipos de alopecia siguiendo la escala Ludwig, que contempla tres grados de evolución:

  • Tipo I. Leve pérdida de cabello o sensación de que los folículos se vuelven más finos. Es importante acudir al médico en esta primera fase, pues existen tratamientos que podrían frenar con éxito el avance del problema.
  • Tipo II. Reducción significativa del volumen del cabello. Se produce un retroceso del mismo en la línea media.
  • Tipo III. Pérdida de cabello notable en la parte superior de la cabeza con una zona amplia sin pelo.

Tratamientos

Cada caso es diferente. Por eso, es fundamental que al primer síntoma de pérdida de cabello acudamos a un especialista que evalúe nuestro caso de manera personalizada. Es la única forma de determinar cuál es el mejor tratamiento.

La alopecia es uno de los problemas médicos que mayor inseguridad y preocupaciones generan en los pacientes, debido a su clara manifestación estética. El impacto emocional daña la autoestima del paciente y en algunos casos puede llegar a desencadenar en cuadros de ansiedad o depresión.

En este sentido, no extrañan las cifras de la ISHRS, la mayor sociedad científica de trasplante capilar del mundo, presidida por el director médico de Mediteknia, el Dr. Jiménez Acosta. Según los datos recogidos en 2019, en el mundo se llevaron a cabo más de 750.000 procedimientos de restauración capilar y más de dos millones de personas se sometieron a algún tratamiento relacionado con la pérdida de cabello.

Si quieres saber en qué estado se encuentra tu cuero cabelludo o si eres apto o no para un trasplante, puedes consultarnos. ¡Podemos ayudarte!